Y si alguno prevaleciere contra uno, dos le resistirán;
y cordón de tres dobleces no se rompe pronto.

lunes, 8 de julio de 2013

Han pasado tres meses desde que publiqué este blog, he intentado escribir varias veces pero por múltiples razones no he terminado, agradezco a las personas que han ingresado y leído parte de mi historia, mi vivencia, es gratificante sentir que alguien que vive o ha vivido algo similar pueda verse reflejado, y creo firmemente que a pesar de las distancias y lo frío que pueda ser este medio, en un lugar se crea una conexión automática representada en una emoción, esa que estamos viviendo mutuamente.
Ya han transcurrido más de cinco meses desde la muerte de mi bebe, horas...días cargados de tantas emociones, como un carrusel... lo único que puedo decir es !Que complejos somos! Todo este proceso de duelo, de aprender a vivir nuevamente, me ha llevado a algo más que al nombre de este blog, al alencuentrocontigomisma...a mi encuentro, inevitablemente a mis raíces, a una búsqueda de mí misma, primero a tratar de conocerme, verme al desnudo, y es que cuando la vida te pone circunstancias como la pérdida de un hijo, hasta ahora la prueba mas grande, el dolor mas desgarrador, la entrega de lo mas preciado, no hay otra salida sino de buscar dentro de mi misma las herramientas, los recursos para seguir adelante, conocerme, valorarme como mujer, descubrir mi mundo, las potencialides, no tenerle miedo a mi intuición, que me acompaña desde que nací, que esta allí en mis entrañas y que en la medida que la alimento se convierte en una fortaleza. Decidí aprender de esta  experiencia, eso implica recorrer mis emociones, vivirlas, identificarlas, crecer junto a ellas, algo nada fácil!!!!!!
En este transitar he retomado la lectura de un libro: Mujeres que corren con lobos, de Clarissa Pinkola Estés, de gran ayuda para toda mujer, y en este momento de mi vida me he visto reflejada, plasmada en sus líneas. En el capítulo 2: La persecusión del intruso: El comienzo de la iniciación, narra el cuento de la Barba Azul -ojalá puedan leerlo- hay un párrafo que quiero compartir:

"...desde el punto de vista positivo, sólo la persistencia de la sangre en la llave induce a la psique a aferrarse a lo que ha visto, pues hay una censura natural de todos los acontecimientos negativos o dolorosos que ocurren en nuestras vidas. El ego censor desea con toda seguridad olvidar que ha visto la habitación y los cadáveres que en ella había. Por eso la esposa de Barba Azul trata de frotar la llave con crin de caballo. Echa mano de todo lo que puede, de todos los remedios de la medicina popular femenina para curar las laceraciones y las heridas profundas: las telarañas, la ceniza y el fuego, todos ellos asociados a la vida y la muerte que tejen las Parcas. Pero no sólo no consigue cauterizar la llave sino que tampoco puede poner término a la situación fingiendo que no existe. No puede impedir que la llavecita llore sangre. Paradójicamente, mientras su antigua vida muere y ni siquiera los mejores remedios consiguen disimularlo, la mujer despierta ante su propia hemorragia y, gracias a ello, empieza a vivir."   

 Cuando leí este párrafo fue inevitable llorar, porque cada palabra tenía un sentido para mí, lo viví, lo vivo, lo llevo conmigo, vienen a mi mente recuerdos, momentos auto-censurados que luego sin previo aviso se hacen presente y reviven mis horas de parto, nuestra muerte y nuestro renacer.